Pablo David Benítez nació un 14 de septiembre de 1977 en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Como el menor de cuatro hermanos, creció rodeado del amor de sus padres, Eloy y Miria, quienes le transmitieron su fe cristiana desde temprana edad.
Desde niño, Pablo sintió una profunda vocación de servicio. Exploró diversas áreas en la iglesia, desde tareas sencillas como la limpieza hasta roles de liderazgo en grupos de oración. Su objetivo siempre fue unir a las comunidades cristianas y llevar el mensaje de salvación a más personas.
Sin embargo, durante su juventud y adultez temprana, Pablo se apartó de Dios, buscando satisfacción en los placeres mundanos. Este período de alejamiento lo llevó a experimentar tristeza, soledad y un profundo vacío. A pesar de todo, la semilla de la fe que había sido sembrada en su corazón nunca se extinguió por completo.
Recordando los momentos felices que había compartido con Dios, Pablo decidió regresar a sus raíces espirituales. Así nació «Despierta tu Generación», un movimiento que lo llevó a recorrer gran parte de Argentina y países limítrofes, compartiendo su testimonio y animando a otros a acercarse a Dios.
En una emotiva reunión, después de años de búsqueda, Pablo tuvo un encuentro transformador con Dios. Este encuentro marcó un antes y un después en su vida, dando origen a «Fuego en el Altar», un ministerio que ha tocado la vida de muchas personas.
El 3 de octubre de 2021, Pablo fue llamado al pastorado por su mentor, Fabián Castro. Desde entonces, ha dedicado su vida a servir a Dios y a su comunidad. Aunque las reuniones de «Fuego en el Altar» se realizan actualmente en línea, el mensaje de esperanza y amor de Pablo continúa llegando a corazones de todo el mundo.
Un mensaje de esperanza:
Muchos caminos se nos presentarán en la vida, y a veces nos sentiremos tentados a desviarnos. Pero recuerda que en los momentos de soledad y confusión, el amor de Dios siempre estará ahí para guiarnos. No te rindas, no te desanimes. Vuelve a los brazos del Padre Celestial, Él te espera con los brazos abiertos».
Atentamente, Pastor Pablo David Benítez«